[Hlapec Jemej in njegova pravica]. Es una narración que, publicada en 1907, ocupa un lugar particular en los veinte volúmenes de la obra del escritor esloveno Ivan Cankar (1876-1918). El criado Bartolo en treinta años de trabajo ha hecho rico a su amo antes de que naciese el joven Sitar, quien después de la muerte de su padre arroja de su casa al fiel servidor, que no se avenía a recibir la limosna de un pedazo de pan, allí donde sus fatigas habían creado la prosperidad. Bartolo pide justicia y no compasión, y no pudiendo encontrarla en el pueblo, se dirige a Lubiana y luego a Viena, con la ilusión de que el emperador impedirá el abuso. Todo en vano: el pobre viejo, escarnecido incluso por los jueces, es encarcelado y luego repatriado. Habiéndose dado, a la bebida por desesperación, Bartolo incendia la casa de Sitar, y los campesinos, enfurecidos, le arrojan a la hoguera.
La narración refleja el primer momento en el arte de Cankar, aquel en que la irrisión de la justicia humana y de la corrupción de la sociedad domina en su obra, respondiendo a problemas propios de la época. El criado Bartolo se coloca así al lado de tantos desheredados que, casi en toda la literatura europea, ponen en evidencia los pecados de un liberalismo ya corrompido. Más tarde Cankar abandonará esta actitud crítica y negativa para lanzarse hacia un ideal de bondad y amor en el cual, después de la experiencia de la guerra mundial, verá la única posibilidad de pacificación. [Trad. italiana de I. Regent y G. Sussek (Trieste, 1927) y otra de G. Lorenzoni con el título II servo Bartolo e i suoi diritto (Gorizia, 1925)].
U. Urbani