[Le Centaure]. Composición en prosa del francés Georges-Maurice de Guérin (1810-1839), aparecida en la «Revue des Deux Mondes» (15 de mayo del año 1840); con la «Bacante» y algunas poesías forma la recopilación de los Poemas (véase), publicados póstumos junto al diario y las cartas. El centauro expresa el sentimiento de su vida y expande con la plenitud de su ser el entusiasmo de participar de la naturaleza y del esplendor de las cosas. Turbaciones y alegrías se alternan en una voluptuosidad divina que da a su existencia un significado profundo e inimitable. Ya viejo y solitario, está en la cima de una montaña y evoca la juventud feliz, los momentos locos de embriaguez, cuando corría por la llanura libre y nadaba por los ríos o de repente inmóvil contemplaba la realidad con ojos atónitos. Como Quirón, también él, Macareo, es un centauro de la montaña; al evocar la palabra del compañero grande y sabio siente la paz de las cosas, en una decadencia que es tranquila como el ocaso de las constelaciones y que devolverá al mundo su ser como los ríos que corren por el amplio seno de la tierra. Con su sentido pánico que testimonia la felicidad de un momento creador, este poema en prosa anuncia ciertas imágenes de Leconte de Lisie, en una contemplación de la belleza antigua que es eterna e inmutable en su significado amonestador.
C. Cordié
En el Centauro todas las potencias naturales, primitivas, están sentidas, expresadas, enérgicamente personificadas, pero con un gusto, una medida verdaderamente magistrales. (Sainte-Beuve)
Una de las obras verdaderamente dionisíacas de la literatura francesa. (A. Béguin)