Narración social de Ivan Franke, escritor y poeta ucraniano (1856-1916), escrita en 1884, dedicada a la descripción de la vida en el distrito petrolífero ucraniano de Borislav. Encontramos al rico usurero Hermann Golderemer que en su inextinguible sed de dinero, se complace en compararse con la serpiente, en imagen que siempre conserva. Por un momento se da cuenta de su bajeza, cuando su propio hijo Gotlieb, para hacerse con algún dinero, se lanza sobre él y por poco lo estrangula y cuando en el cadáver de un hombre, sacado de una fosa, reconoce al obrero Ivan Pivtorak, al cual arruinó, y que había desaparecido dos años antes, dejando a su joven mujer con un niño. En estos momentos, en su imaginación, la riqueza toma la figura de una serpiente que le envuelve a él mismo en sus anillos, y entonces, el viejo usurero, aterrorizado, corre bajo la ventana de la viuda de Pivtorak y arroja dentro a manos llenas, monedas de plata. Pero el arrepentimiento dura poco; al día siguiente vuelve a su antigua vida. A otras gestas de Hermann Golderemer, dedica Ivan Franke su narración Borislav ríe. No es preciso buscar en la tremenda lucha social que se desenvuelve a través del realismo de Franke, ningún reflejo literario de occidentalismo. El ambiente es típicamente ucraniano, ucranianos son los personajes, violentos y discontinuos en las pasiones, y aun la lucha social tiene un carácter propio por sus relaciones elementales y directas con los sentimientos y los impulsos del individuo.
E. Onatsky