Largo poema alegórico compuesto de 3.062 versos polípticos (decapentasílabos) atribuido por la tradición a un cierto Meliteniotes que hay que identificar con uno de los cuatro escritores pertenecientes a una ilustre familia de ese nombre, que vivió en Constantinopla a fines del siglo XIII y en el XIV. Algunos, por el contrario, lo identifican rotundamente con Teodoro Meliteniotes, gran limosnero y director de la escuela patriarcal de Constantinopla, que vivía en el siglo XIV, autor de la obra de astronomía más vasta y más científica de la época bizantina. El poema narra una visión. Un día de mayo se le aparece al poeta la sabiduría (Sofrosine) que le invita a entrar en su espléndido palacio. Ella le servirá de guía por el jardín que rodea el palacio, jardín que a su vez está cerrado por un recinto de murallas maravillosamente historiadas.
La entrada del jardín está cerrada por siete obstáculos: un río, un puente, la entrada del puente, fieras, un foso, un bosque de espinos y, finalmente, una muralla. Los sabios consejos de Sofrosine le permiten vencer todos esos obstáculos, y el poeta llega finalmente al castillo donde hay espléndidas salas cuyas paredes, techos, columnatas y cúpulas están todas adornadas de pinturas alegóricas y mitológicas, y le brindan al poeta ocasión para hacer minuciosas descripciones. Se llega por fin a la sala de la Sabiduría: recubierta de una infinidad de piedras preciosas, cuya descripción minuciosa da la impresión de un diccionario de mineralogía en verso. Cierra la descripción un ampuloso panegírico de la Sabiduría, señora del castillo. El poeta mismo da al final una explicación de la alegoría de su poema: el jardín es el símbolo del paraíso, y los siete obstáculos que impiden su entrada simbolizan la aspereza del camino por el que se llega a la virtud.
El poemita es una mezcolanza de elementos dispares y unidos sin marra. Parece seguro, que el autor se inspira, no en la Divina Comedia, como se había supuesto en un principio, sino en la Amorosa visión, de Boccaccio. Esta hipótesis queda conformada, no sólo por el contenido del poema, sino por la circunstancia de que se conoce una traducción en griego vulgar de la Teseida del propio Boccaccio. Este es un ejemplo más para ilustrar la importancia de las relaciones culturales entre Italia y Bizancio de la época de los Paleólogos.
S. Impellizzeri