Trovador provenzal de la segunda mitad del siglo XII. Casi nada conocemos acerca de su vida. Originario de Saintonge, fue un caballero sin fortuna que vivió largo tiempo en las cortes de la Francia septentrional, singularmente en la de Champagne. Noticias más abundantes, pero francamente novelescas, nos proporciona, en cambio, la antigua biografía provenzal. Según ella, Richart de Berbezilh, enamorado de una gran dama de la cual nada obtenía sino cierta benevolencia, alejóse de ella ante la atracción de otra señora que le prometía su amor; ésta, sin embargo, rechazóle bajo la acusación de inconstancia, y el trovador volvió entonces a su primera amada, que nada quiso saber de él.
Desesperado, el amante se retiró a la soledad. Al final, no obstante, la intervención de cien damas y cien caballeros, movidos por la compasión, le obtuvo el perdón de su antiguo amor. El relato en cuestión es una pequeña leyenda que alcanzó un amplio éxito durante la Edad Media, y fue atribuida asimismo a otros poetas. De este autor han llegado hasta nosotros en los cancioneros diez Poesías (v.), no todas de atribución segura.
C. Cremonesi