Gustave Charpentier

Nació el 25 de ju­nio de 1860 en Dieuze (Lorena), m. el 19 de febrero de 1956. Fue el más afortunado y popular autor de óperas naturalistas fran­cesas.

Hijo de un panadero de aldea, estu­dió el violín en Tourcoing y a los quince años tuvo que emplearse como contable en una fábrica de hilados. Dando lecciones de violín a su patrón, consiguió poder asistir al Conservatorio de Lille.

Pasó posterior­mente al de París, donde fue discípulo de Massenet en composición. Estudiante turbu­lento, ganó un «Prix de Rome» y pasó los tres años del mismo (1889-91), también de un modo agitado, en la Villa Médicis de la Ciudad Eterna.

La pintoresca suite Impres­sions d’Italie fue aplaudida calurosamente en 1891 en los Conciertos Colonne y Lamoureux, y La vie du Poète, drama sinfónico con coros, conquistó al Institut entero, e incluso a Gounod, pese a las crudezas ple­beyas que Ch. había esparcido en el texto, presentándose como el portavoz del artista «bohémien».

De regreso en París, se esta­bleció en Montmartre; alquiló una buhardi­lla y se convirtió en un asiduo concurrente de tabernas y bailes populares, vestido siempre como un personaje de Murger.

El héroe romántico, rebelde frente a la sociedad en nombre de ideales de libertad y de un ardiente humanitarismo, se refleja en la Chanson du chemin. Las alusiones a reivindicaciones sociales contenidas en Im­pressions fausses, para barítono, con coro de hombres y orquesta, turbaron de tal modo al auditorio de Chátelet, que impidieron una segunda ejecución.

Charpentier decidió enton­ces trasladar su música a Montmartre con la apoteosis de la Fête du couronnement de la Muse (1897). En 1900 fue acogida triun­falmente su ópera Luisa (v.) por el pú­blico de la Opéra-Comique.

Sin embargo, el realismo de Luisa se diluye con elemen­tos simbolistas en Julien (1913), que cons­tituye su segunda parte, y en el que casi desaparece la espontaneidad de la invención melódica. (La tercera parte de esta pro­yectada trilogía popular, L’Amour du faubourg, no fue nunca representada.)

Des­pués de coronar su apostolado proletario con la fundación en 1902 del «Conservatoire de Mimi Pinson» para obreras, Ch. fue ad­mitido en el Instituí supliendo a Massenet.

E. Zanetti