Golbert Keith Chesterton

Nació el 29 de mayo de 1874 en Londres, donde murió el 14 de julio de 1936. Poeta, novelista, drama­turgo, periodista y crítico, fue uno de los escritores ingleses más populares y multi­formes de su época.

Al principio creyó po­seer aficiones más bien artísticas que lite­rarias, por lo que ingresó en la Slade School of Art y empezó sus publicaciones con un librito de dibujos y bocetos. Inicia también su carrera periodística como crítico de arte del órgano londinense The Bookman; pero muy pronto se dedicaría a escribir acerca de los asuntos más diversos, publicando in­numerables artículos en revistas inglesas y norteamericanas.

Guiado por un criterio rigurosamente moral de la vida y del mun­do. lucha contra el decadentismo «fin-de- siécle» y se ocupa también de problemas políticos y sociales. Liberal convencido, en­tre 1898 y 1901 publicó, junto con su gran amigo Hilaire Belloc y su hermano Cecil, la revista New Witness, mediante la cual atacó la corrupción de los ambientes polí­ticos y difundió un tan humanitario como utópico programa de reforma social que de­nominó «distribucionismo».

El acontecimien­to más importante de su vida fue sin duda su ingreso en la Iglesia católica, ocurrido en 1922, madurado a través de largos años de reflexiones y dudas. Escritor extraordinariamente prolífico, quizás habrá de ser recordado siempre en particular como ensayista, crítico y novelista, y mucho menos en cuanto poeta y dramaturgo.

Aunque nun­ca deja de resultar brillante, polémico, di­vertido, cáustico y paradójico, los multicolores fuegos artificiales de sus páginas reflejan sin duda un temperamento de mora­lista y educador. Él mismo dio de sí la me­jor definición posible al afirmar: «Soy uno de esos hombres que juzgan un deber de­jarse dominar siempre por las condiciones morales propias. No creo en “el arte por el arte”.

Me siento absolutamente incapaz de hablar o escribir acerca de los jardines holandeses o el juego del ajedrez; pero estoy seguro de que, si lo hiciera, cuanto podría decir o escribir sobre esto llevaría la huella de mi concepción del mundo». Singular­mente populares son sus novelas La hostería volante (v.), El Napoleón de Notting Hill (v.), El hombre que fue Jueves (v.), La esfera y la cruz (v.) y El club de las ocu­paciones extravagantes [The Club of Queer Trades, 1913], y, sobre todo, la serie de narraciones policíacas dominada por la ce­lebérrima figura del padre Brown: El can­dor del padre Brown (1911), La prudencia del padre Brown (1914), La incredulidad del padre Brown (1926) y El secreto del padre Brown (1927) (v. Las historias del pa­dre Brown).

Entre los abundantes ensayos de Chesterton cabe citar Ortodoxia (1908, v.), La época victoríana en la literatura [The Victorian Age in Literature, 1913], San Fran­cisco de Asís: El hombre eterno [St. Francis of Assisi: The Everlasting Man, 1925] y los escritos acerca de Browning, Dickens y Shaw.

E. Chinol