Gabriello Chiabrera

Nació probablemente el 8 de junio de 1552 en Savona, donde murió en 1638. Hijo póstumo, fue enviado a Roma junto a un tío suyo que le hizo educar por los jesuitas.

Muerto asimismo este pariente (1572), ingresó al servicio del cardenal Cornaro; luego, ciertos incidentes con la no­bleza le llevaron de nuevo a Savona. Deja su país a causa de otras divergencias y al regresar es protegido por varios señores y contrae matrimonio (1602), pero mantiene siempre una digna independencial a lo cual se debe sin duda la frialdad de algunos poe­mas con que agradeció los favores de los Saboya y los Médicis.

La parte mejor de su obra revela una inspiración netamente lí­rica (v. Rimas). En este ámbito, y de acuer­do con la tendencia de la época, los temas pertenecen a diversos géneros: sagrado, heroico, erótico y moral. El móvil, empero, resulta bastante uniforme: Chiabrera intenta conciliar, y no siempre equilibradamente, una cultura clásica tipo renacentista con elegan­cias de estilo y artificios melódicos y con­ceptuosos que llegan a la divagación.

En esta producción lírica, tránsito del Renaci­miento a la Arcadia, cabe citar además Poe­metti profani e sacri, Favole boscherecce, Delle guerre dei Goti y Ruggiero. Son tam­bién notables las Sátiras (v.), inspiradas en Horacio, y la Vita. En muchas de sus obras imita las maneras de Ronsard.

F. Giannessi