Gabriel Sénac de Meilhan

Nació en Pa­rís en 1736 y murió en Viena el 16 de agosto de 1803. Todavía muy joven inició el cultivo de la poesía, y viose alentado por Voltaire. Gracias a la situación de su padre, proto­mèdico del rey, y también por su habilidad en la obtención de poderosas protecciones, entre las cuales no figuraba precisamente en el último lugar la de Mme. de Pompadour, ascendió rápidamente en el seno de la administración pública. Fue intendente de la provincia de Aunis en 1766, de Provenza en 1773 y de Henao en 1775. Sin embargo, poco después de su nombramiento de inten­dente general de guerra (1775), la estrella de Necker señaló el fin de su carrera admi­nistrativa; y así, Sénac de Meilhan dedicóse a culti­var su afición a las letras.

En 1786 publicó las apócrifas Mémoires d’Anne de Gonzaque, ‘princesse palatine, y al año siguiente las Considérations sur la richesse et sur le luxe, texto opuesto a Necker. Siguieron Mélanges de philosophie et d’histoire en 1789, y Des principes et des causes de la Revolution en 1790. La novela Les deux cousins, también de esta misma fecha, re­cuerda las de Voltaire. Emigrado en 1791, estuvo primero en Londres, luego en Ale­mania y Polonia y finalmente en Rusia, donde fue bien recibido por Catalina II, de la cual obtuvo una pensión en 1792. Las impresiones acerca de su primer encuentro con la emperatriz se hallan reunidas en Lettres a Mme. de*** (1792). Fallecida Catalina, marchó a Hamburgo. En 1793 llegó a Venecia; posteriormente se estableció en Viena, ciudad en la cual viose protegido por el príncipe de Ligne.

En 1795 apare­cieron su notable ensayo Du gouverne­ment, des moeurs et des conditions en Fran­ce avant la Révolution, avec les caractères des principaux personnages du règne de Louis XVI, y dos tomos de Œuvres philosophiques et littéraires. La más significativa de sus novelas es El emigrado (1797, v.), inspirada, naturalmente, en la experiencia viva del autor. Una de sus obras mejores Portraits et caractèresi des personnages dis­tingués de la fin du XVIIIe siècle, fue pu­blicada póstuma en 1813.

C. Falconi