Nació el 5 de diciembre de 1539 en Siena y murió el 3 de marzo de 1604 en Racow (Polonia). Intentó una elaboración racional (humanístico-filológica) de la teología cristiana, destinada a remediar la ruptura de la unidad del cristianismo provocada por la Reforma. Muy poco se sabe acerca del período de su vida pasado en Italia. A partir de 1574 permaneció casi siempre en Polonia, donde fue considerado muy pronto el jefe de un nuevo movimiento, aun cuando él se creyera sólo un mero cristiano en busca de la verdad. De acuerdo con su aplicación de ideales humanísticos (Valla, Erasmo) a los textos sacros, juzga el mensaje evangélico exclusivamente como método de vida según la voluntad de Dios; a tal norma de conducta se reduce, en su opinión, la esencia de la religión, o sea el elemento común a todos los cristianos.
Como es natural, esta doctrina resultó inútil en cuanto a la reunión dé las distintas confesiones del cristianismo, las cuales la combatieron con diversa violencia. En Polonia y Lituania, las teorías que luego, contra su voluntad, se denominarían socinianas (entre ellas el pacifismo absoluto, la igualdad evangélica de los verdaderos cristianos, etc.) se difundieron en los ambientes rurales; en el resto de Europa, sobre todo entre los eclesiásticos y humanistas. Socini procuró siempre mantener unidos a los seguidores de los movimientos radicales y extremos del protestantismo (antitrinitarios y anabaptistas de las diversas tendencias, etc.) y limar las asperezas de las continuas discusiones dogmáticas en nombre de la tolerancia recíproca. Sus numerosas obras de controversia y análisis exegético fueron reunidas en los dos primeros tomos de la Bibliotheca Fratrum Polonorum Unitariorum, Irenopolis (Amsterdam, 1656 (v. Catecismo sociniano o de los hermanos polacos).
D. Cantimori