Ernst Robert Curtius

Nació en Thann (Alsacia) el 14 de abril de 1886 y murió en Roma el 19 del mismo mes de 1956. Hijo de Friedrich C., presidente del Consistorio Supremo de Alsaeia-Lorena, y de la con­desa Luise von Erlach-Hindelbanck, luego de haber cursado en Estrasburgo la ense­ñanza secundaria, estudió Filología moder­na y Filosofía en las universidades de Ber­lín, Heidelberg y Estrasburgo; en esta última se graduó en 1911 con el famoso romanis­ta Gustav Gröber.

En 1913 fue nombrado profesor libre de Filología románica de la Universidad de Bonn; en 1920 enseñó en Marburgo, en 1921 en Heidelberg y en 1929 en Bonn, donde permaneció hasta 1951. En 1950 fue huésped de la Universidad de Princeton durante algún tiempo.

Pasó los últimos años de su vida en Roma, habiendo recibido muchas distinciones académicas en el transcurso de su existencia: era doctor «honoris causa» de la Sorbona y de la Uni­versidad de Glasgow, miembro correspon­diente de la Academia de Ciencias de Go­tinga, miembro ordinario de la Medieval Academy of America, Cambridge, Mass., etc.

Publicó numerosos estudios pertenecientes al campo de la Filología románica en par­ticular y al de la historia de la literatura europea en general. A partir de su trabajo Ferdinand Brunetiére, una aportación a la historia de la crítica francesa [Ferdinand Brunetiére, Beitrag zur Geschichte der fran­zösischen Kritik., 1914], con el que alcanzó el título de profesor libre, dedicóse exclu­sivamente durante muchos años al estudio de la cultura francesa, de la que fue el mejor conocedor en alemania.

Entre sus numerosas publicaciones de este tipo caben citar Los precursores literarios de la Fran­cia moderna [Die literarischen Wegbereiter des neuen Frankreich, 1918], Maurice Bar­res y los fundamentos espirituales del na­cionalismo francés [Maurice Barres und die geistigen Grundlagen des französischen Na­tionalismus, 1921], El espíritu francés en la nueva Europa [Französischer Geist im neuen Europa, 1925], Balzac (1930) y Francia, in­troducción a la cultura francesa [Frank­reich, eine Einführung in die französische Kultur, 1930].

En 1932 ve la luz el texto polémico El espíritu alemán en peligro [Deutscher Geist in Gefahr], en el cual era a la vez criticado el radicalismo político y proclamada una Europa espiritual. La voz de C. no fue, empero, escuchada; y si hasta entonces en su labor distinguíanse dos aspectos, el del estudioso y el del pa­triota preocupado, los años comprendidos entre 1933 y 1945 se caracterizan por un aislamiento completo y una absoluta limi­tación de actividades al campo de los es­tudios.

Sólo después de la segunda Guerra Mundial se presenta C. de nuevo a un pú­blico más amplio. En 1948 apareció su obra maestra Literatura europea y Edad Media latina [Europäische Literatur und lateini­sches Mittelalter, v.] sobre la persistencia del mundo antiguo a través de la Edad Me­dia latina en la literatura europea.

En 1949 fueron publicados sus Ensayos críticos sobre la literatura europea [Kritische Essays zur europäischen Literatur] y la traducción del Thésée de Gide, y en 1952 una interpreta­ción de la obra de Jorge Guillén, con la primera versión al alemán de una selección de las poesías de este autor español.

Gran filólogo, C. era al mismo tiempo crítico y escritor. Para él, como para los hermanos Schlegel, Sainte-Beuve, Walter Pater, Eliot, Gide, Charles du Bos, Max Rychner y Or­tega y Gasset, con quienes le unían cordia­les vínculos de amistad, la crítica suponía una actividad creadora.

Nuestro autor no sólo fue representante de la filología romá­nica, sino que reunió también y fundió ar­mónicamente en sí mismo los conocimientos que normalmente corresponden a especializaciones distintas. La bibliografía completa de sus obras se encuentra en Freudensgabe für E. R. Curtius, editado por W. Boehlich y M. Rychner en Zurich (1956).

F. Schalk