Nació posiblemente en Pekín en fecha ignorada y murió no se sabe tampoco dónde ni cuándo. Vivió durante la dinastía mongólica Yuan (1279-1368), época famosa en la formación definitiva del teatro chino.
Muy poco o nada se conoce sobre la vida y las vicisitudes de la mayoría de dramaturgos de esta nacionalidad, por cuanto, despreciado el género teatral por la clase de los literatos como cosa frívola, los autores preferían generalmente permanecer anónimos y ocultos, a fin de eludir las censuras de los severos catones de la vida pública china.
Sin embargo, esta forma literaria, que, a través de manifestaciones más primitivas, provenía ya de una remota antigüedad, bajo la dominación mongólica se desarrolló, perfeccionó y llegó a ser muy popular. Ya durante la dinastía Yuan aparecen los nombres de ochenta y cinco autores y los títulos de cuatrocientas sesenta y cinco obras, un centenar de las cuales integran el repertorio que podríamos llamar clásico.
Nuestro autor ofreció, con su Chao Shih Ku Êrh (v.), un drama de fondo histórico en que se continúa un episodio de Tso Chuan, terminado con la venganza del último superviviente de una familia noble contra un ministro infame, motivo muy corriente en la dramática china. Tal obra alcanzó asimismo notable éxito en Europa; en ella inspiró Voltaire su L’orphelin de la Chine.
G. Bertuccioli