Poeta musulmán. Nació en Siracusa en 1055, m. en Túnez en 1138. Huyó de su patria cuando la invadieron los normandos y vino a España en 1078, afincándose en Sevilla. Fácil versificador, pronto ganó la estima del rey Al Mu’Tamid, que lo tomó a su servicio, entrando a formar parte así de la cohorte de grandes poetas que rodearon a aquel príncipe magnánimo y amante de las buenas letras. Buen guerrero y fiel servidor, siguió a su rey en las batallas, y cuando éste cayó prisionero de los almohades, lo acompañó al destierro y le dedicó algunas poesías para su consuelo.
El propio Al Mu’Tamid, desde su prisión de Agmat, le instó a que se fuera, y entonces nuestro poeta se trasladó a Túnez, donde vivió hasta su muerte. Dejó una copiosa colección de poesías (v. Dīwān) que destacan por la originalidad de sus ideas expresadas con elegancia, al decir de su crítico y biógrafo Aben Basam.
J. R. Manent